Lo que viví en Zarautz, no lo había vivido en mi vida.
A pesar de que son muchas las pruebas deportivas en las que había participado, y de haber escuchado hablar mucho del mítico triatlón de Zarautz, me sorprendió y mucho.
Vivir una natación en línea, recorriendo la costa vasca, una bici épica, con súper puertos de montaña y la gente agolpada animándote y empujándote (en ocasiones literal) para ayudarte a subir y terminar con una carrera a pie, con público abarrotando cada calle… Simplemente espectacular.
¿En qué otro triatlón se puede vivir esto?